Calidad del aire en Bogotá: emiten alerta en Fase 1
Bogotá lleva varios meses de incertidumbre climática y medioambiental: el año comenzó con los incendios de los Cerros Orientales y la aparición del Fenómeno del Niño, el cual ha causado diversas afectaciones relacionadas, sobre todo, con las altas temperaturas y la escasez de agua.
Ante cada episodio climático, la Alcaldía de Bogotá y las entidades encargadas tomaron medidas provisionales con el fin de garantizar el bienestar de la ciudadanía (cuando hubo conflagraciones en los Cerros, por ejemplo, se instó en la virtualidad de clases y se acomodó la medida de Pico y Placa).
Además, desde el pasado jueves 11 de abril comenzó el racionamiento de agua sectorizado: cada día, desde las 8 a.m. y por 24 horas, el agua se va en algunos barrios y zonas determinadas. Esto ante el bajo nivel de los embalses que nutren del recurso a la ciudad.
Y a nivel medioambiental las medidas siguen: el pasado viernes 12 de abril se declaró una nueva alerta por calidad del aire en la ciudad. Es la cuarta medida de esta naturaleza que se toma en apenas tres meses y medio de 2024.
Industrias, incendios y arenas del Sahara: así está la calidad del aire en Bogotá
El pasado 12 de abril, justo el segundo día de racionamiento de agua en Bogotá (medida de la cual los y las mantendremos informados jornada tras jornada), la Secretaría de Ambiente declaró alerta por calidad del aire en la ciudad.
Según la entidad, el 75 % de la contaminación de lo que respiramos responde a factores externos, entre los cuales inciden los incendios forestales en la Orinoquía y en Venezuela y las arenas del Sahara.
Pero ¿cómo afecta la arena de un desierto africano la calidad del aire de los capitalinos? Pues bien: cada año, el Sahara desprende un polvo que atraviesa el Océano Atlántico y llega hasta las costas del continente y, poco a poco, se expande incluso hasta las zonas céntricas de los países.
Lo mismo ocurre con las conflagraciones de la Orinoquía y de Venezuela: el material particulado PM10 producido por las llamas viaja por el aire hasta llegar a Bogotá y condicionar la respiración de las ciudadanas y los ciudadanos.
“El contaminante más alto en Bogotá es el material particulado, sobre todo, el material particulado respirable, que es 2,5 micras (unidad de longitud casi microscópica), es particularmente sensible a fuentes de emisión debido a las altas temperaturas”, puntualizó el médico epidemiólogo Luis Jorge Hernández.
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El 25 % restante que motivó la alerta proviene de factores internos ya mencionados (y vividos en la cotidianidad): industria, transporte, Fenómeno del Niño y escasa precipitación.
Es importante resaltar que, si bien es la cuarta alerta de calidad del aire en escasos tres meses, en ningún momento ha superado la Fase 1. Las anteriores fueron del 25 de enero al 4 de febrero en la Zona Suroccidental de la ciudad (a causa de los incendios forestales), la segunda fue en la misma zona, el 6 de marzo, y la tercera cubrió toda la ciudad y se decretó el pasado 26 de marzo.
Para la alerta emitida este 12 de abril la Zona Suroccidental vuelve a cobrar protagonismo: más del 50 % de las estaciones de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire de esa parte de Bogotá mostraron niveles de riesgo regulares y malos.
Los niveles más críticos de aire fueron detectados cerca a las estaciones Carvajal — Sevillana y Kennedy.
“Es verdad que son factores exógenos a la ciudad, no los controla Bogotá. Sin embargo, sí hay una responsabilidad de articular medidas de prevención y contingencia con entidades del orden regional y nacional para anticipar estos eventos y minimizar al máximo”, planteó Omar Ramírez, investigador de calidad del aire.
Recomendaciones a la ciudadanía
Ante la Alerta Fase 1 las recomendaciones van dirigidas al cuidado de la ciudadanía. Las autoridades sugieren no ir a lugares con alto nivel de contaminación, disminuir la actividad física al aire libre y usar tapabocas ante cualquier indicio de afección respiratoria.
“La calidad del aire de Bogotá es horrible. Por favor hagamos caso: se nos viene encima Bogotá sin agua, ¿hace cuánto no había pasado? (…) La alerta de la calidad del aire la sabemos no de ahora, sino desde antes porque la alcaldía de Claudia López había trabajado con todo eso (…) Ya nosotros nos vamos, pero nuestros hijos y nuestros nietos, ¿qué va a pasar con ellos?”, afirmó Sonia, una ciudadana, respecto a las problemáticas medioambientales en la ciudad.
Recuerde que en la página de la Secretaría de Ambiente existe un recurso interactivo para conocer la calidad del aire en vivo y en directo en diversos puntos de la ciudad. Esto hace parte de la estrategia digital pública de la Red de Monitoreo de Calidad de Aire en Bogotá, la cual opera desde hace casi 30 años.
La entidad también cerró algunos senderos ecológicos con el fin de evitar incendios forestales. Hasta nuevo aviso no se podrán transitar varios caminos de los Cerros Orientales: La Vieja, Guadalupe — Aguanoso, Santa Ana — La Aguadora, San Francisco — Vicachá y La Serranía.
Si usted es testigo de un incendio forestal, puede llamar a la Línea 123 y comunicarlo.
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El 2025 iniciaría con una medida mucho más estricta en cuanto al racionamiento de agua en Bogotá.
Durante el primer mes del año, algunas zonas de la ciudad podrían enfrentar hasta dos días sin suministro de agua en una semana, con un racionamiento que se aplicaría cada cinco días. Esta decisión es consecuencia de la grave reducción en los niveles de los embalses que abastecen a la capital, lo que ha generado una situación crítica.
En el interior de los Cerros Orientales, protegida y conectada con la imponencia de estas formaciones rocosas, sorteando la expansión urbana, entremezclándose entre edificios y casas y avenidas y todo tipo de estructuras urbanas, existe un pulmón que reverdece la ciudad: la Reserva Thomas Van der Hammen.