Denuncias estudiantiles, inconformismo con el rector y cacerolazos: ¿qué está pasando en la Universidad del Rosario?

La Universidad del Rosario es uno de los claustros de enseñanza más antiguos de Bogotá y del país. Su sede icónica en el centro de la ciudad ha hecho que la denominada Plazoleta del Rosario se convierta en un punto de ubicación importante para la ciudadanía.

Las actividades académicas en las últimas semanas se han modificado por cacerolazos, protestas y otras acciones llevadas a cabo por estudiantes y miembros de la planta docente que no están de acuerdo con la permanencia de Alejandro Cheyne como rector de la universidad. Esto se suma, según indican los líderes y las lideresas de las manifestaciones, a manejos financieros irregulares y conflictos de intereses para decanaturas y altos cargos dentro de la institución.

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Los seis años de Cheyne: controversias, despidos y una carta abierta

Alejandro Cheyne tiene una trayectoria considerable en el panorama de la enseñanza, pues se ha destacado como docente y administrativo en diversos entornos pedagógicos. En 2018, cuando José Manuel Restrepo renunció a la rectoría de la Universidad del Rosario para convertirse en Ministro de Economía de Iván Duque, Cheyne se convirtió en la cabeza visible de los rosaristas. Fue reelegido en 2022.

Hace unos días, sin embargo, el clima universitario sufrió un remezón por cuenta de una carta anónima difundida en redes sociales. Según indica el documento, consolidado al parecer por estudiantes y docentes e incluso egresadas y egresados, en los últimos meses se han presentado diversas acciones administrativas que causaron incertidumbre.

“Hemos conocido de múltiples despidos en los últimos meses, tanto de personal indispensable para actividades académicas y de investigación, como de profesoras y profesores de todas las facultades o escuelas cuya trayectoria y dedicación han sido relevantes para lograr, en su momento, ubicar a la universidad entre las mejores del país”, dice el documento.

A ello se le suma la compra de diversos terrenos o espacios que, señalan, no tienen un propósito académico claro y, por el contrario, golpean las finanzas de la universidad. La solicitud del documento es, en esencia, conocer los estados financieros del Rosario y las razones por las cuales se despidieron profesores o se crearon nuevas facultades o carreras.

“Consideramos que esta información debe ser el primer paso para comprender la situación real de la Universidad, permitiendo a sus integrantes gestar espacios de discusión y evaluación sobre los cambios y mejoras necesarias para que una institución como la Universidad del Rosario pueda, con el apoyo sostenido de todas y todos, tomar decisiones informadas sobre su futuro”, cierra la carta.

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En consonancia con las solicitudes de la carta, y ante plantones y cacerolazos e inconformismo institucional general, el Ministerio de Educación le hizo una visita de control y vigilancia a la Universidad del Rosario.

Entretanto, siguen las exigencias de lideresas y líderes estudiantiles.

“El Ministerio vino a hablar con nosotros sobre las peticiones que tenemos para que se haga una intervención y se analice en qué se están gastando los recursos y por qué están sucediendo todo lo que nos convoca”, indicó Nicolás Alfonso, vocero del Movimiento Estudiantil Rosarista.

El sistema informativo AHORA estuvo frente a la Sede Mutis, ubicada en la carrera 24 con calle 63C, donde al mediodía se llevaba a cabo un cacerolazo. Una de las pancartas exhibidas era contundente: “¿Dónde está el material del laboratorio?”.

“Algunas de las razones por las que estamos acá y vinimos a hablar con el Ministerio es el recorte presupuestal: nos quitaron la póliza de salud mental, no hay citas de psicología dentro de la universidad. Además, la infraestructura está sin terminar, hay edificios que compraron pero no pueden terminar de pagar. No hay presupuesto para las becas de la población indígena o Rrom y tampoco hay presupuesto para la investigación”, explicó la vocera Salomé Mesa.

‘Las decisiones tomadas han sido respetuosas con las constituciones’: Cheyne

Tras el revuelo, el rector Alejandro Cheyne apareció en un video rechazando cualquier acto que atente contra la integridad institucional de la Universidad del Rosario y, sin referirse explícitamente a alguno de los problemas mencionados por los voceros o enumerados en la carta anónima, aseguró que todas las decisiones tienen una cimentación legal y jurídica.

“Las decisiones tomadas hasta hoy han sido respetuosas con nuestras constituciones y cumplen las instancias de control institucional (…) Las acciones de los últimos meses se hicieron con el objetivo de continuar nuestra apuesta institucional y optimizar nuestra gestión. Sí, se realizaron ajustes difíciles y muy dolorosos, lo cual representó un 2.4 % de nuestra población total en los últimos siete meses”, dijo Cheyne.

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Respecto a los ‘ajustes difíciles y dolorosos’, un alumno, quien mantuvo su anonimato, indicó que en días recientes los decanos de las facultades, de cierta manera, respondieron a la carta abierta con un comunicado en apoyo y solidaridad al rector.

Excepto una persona: Adriana Alzate, quien en 2022 fue nombrada como decana en Ciencias Humanas. Ella no firmó el documento y este lunes en la mañana, indica el alumno, presentó su renuncia voluntaria.

Queda esperar las conclusiones de la visita por parte del Ministerio de Educación y los nuevos acontecimientos en el entorno estudiantil rosarista.