En los últimos días, una gran cantidad de sismos y temblores han sacudido diferentes puntos de la geografía nacional. A pesar de la intensidad de los movimientos y el temor que generan en la gran mayoría, hay otro grupo de personas que por lo general no sienten los movimientos telúricos.
Es bastante común encontrarse con personas que dicen nunca sentir los sismos o haber sentido solo algunos ¿a qué se debe esto? ¿por qué hay personas que no sienten los temblores pese a su intensidad?
Kienyke.com se comunicó con Armando Espinoza, geólogo y profesor de la Universidad del Quindío para despejar las dudas frente al tema. Para él estos casos tienen una respuesta y es la combinación de dos factores: el lugar donde se encuentre y la posición en la que esté.
¿En qué influye que una persona no sienta un sismo?
“Todos podemos sentirlos de igual manera. No se trata de que haya personas que sienten los sismos y otras que no. La intensidad con la que sentimos un temblor depende de la posición de la persona y el sitio donde esté. Es decir, si estás de pie tienes menos posibilidad de percibirlo que si estás acostado o sentado tienes más posibilidad”, dice el experto.
La intensidad y magnitud del temblor influyen directamente sobre la posición del cuerpo y su percepción de movimiento. Entiéndase por magnitud, una descripción cuantitativa del sismo a partir de la medición de su energía liberada por la ruptura de una falla. Intensidad es la descripción cualitativa de los efectos del temblor, aquí entran a jugar la percepción de las personas y los daños causados por el evento.
Ahora bien, cuando estás acostado tienes todo tu cuerpo sobre una superficie de contacto con el suelo, por lo tanto sientes mucho más el movimiento. Si estás sentado, la percepción es intermedia pero sigues teniendo una objeto de contacto que es la silla. Al estar de pie no se percibe tanto puesto que tu única conexión con el suelo son tus pies y menos si estás caminando, la acción de ir caminando impide un poco percibir que el suelo se está moviendo.
Agrega a su vez que esto también está ligado al tipo de sismo que se presente. Puesto que existen unos temblores muy débiles y además hay otros que hacen vibrar más las casas que los edificios y viceversa, de ahí que sea tan importante la ubicación de la persona.
"Por otro lado, algunas ondas hacen estremecer más a las casas que a los edificios, estos últimos sienten más el movimiento a causa de las ondas elásticas, perturbaciones tensionales que se propagan por el terreno", concluye Espinoza.